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La miel es probablemente el producto más adulterado el mundo. En España tomamos mucha miel de baja calidad y la gente apenas sabe distinguir una miel pura de una adulterada, esperamos que en esta página puedas aclararlo.
Aproximadamente el 80% de la miel que se consume en España, es miel importada principalmente de China y Argentina, la mayoria de las veces con menos propiedades que la autoctona/local.
Muchas veces la miel es mezclada con siropes a granel para que les salga más barata, porque la miel auténtica cuesta entre tres y cuatro euros el kilo producirla.
Si no quiere que le engañen, fíjese en la etiqueta, no debe aparecer que contiene jarabe de fructosa, tan solo miel pura 100%.
Hay fabricantes que procesan la miel pasteurizandola e incluso añadiendole aditivos y conservantes. La miel pura que vendemos no lleva ningun proceso de alteración químico tan solo extracción mécanica por centrifugación y filtración por gravedad.
Todas las mieles son líquidas a más de 15ºC pero con el tiempo, tienden a solidificarse...esto es normal por el alto contenido en azucares presente en el néctar de las flores. Si te ocurre, simplemente pon el envase al baño Maria por unos minutos, (no la pongas al microondas, horno o cocción o perderá la mayoria de sus propiedades).
Si compras miel que ya está cristalizada, se trata de miel pura, puedes esperar unos días para ver si se solidifica o puedes colocarlo en el frigorifico para acelerar el proceso. En caso de que la miel nunca llegue a cristalizarse, hay muy altas probabilidades de que se trate de miel adulterada.
Esta prueba es de las más concluyentes para saber si la miel es pura o no. Vierte una cucharada de miel en un vaso de agua. Si la miel se queda en el fondo del envase, significa que es miel 100%, ya que la miel pura es densa y para que pueda disolverse debe agitarse cierto tiempo de manera constante, mientras que la miel adulterada o procesada se disuelve con facilidad.
La miel pura no caduca por sus propiedades bactericidas, aunque por legislación debe recomendarse su consumo antes de los 18 meses tras su recolección
